Este es uno de los primeros restaurantes temáticos a los que fui llevado cuando era más joven. También es uno de los primeros restaurantes a los que quise regresar por el sabor de la pasta.
Esta vez fui con mis lentes de nostalgia puestos, pero creo que no cambiará mucho mis conclusiones en esta corta reseña.
Sobre el “ristorante”
El sitio se encuentra ubicado justo en la frontera sur de la zona G (Zona Gourmet, que no se confunda con la zona erógena).
Es una casa vieja grande que fue convertida en restaurante hace 45 años, si los textos en los menús son creíbles.
La casa también cumple con la doble función de ser una tienda delicatessen, dónde los dueños del restaurante venden pasta, salsas, y comida relacionada con la pasta. Si recuerdo correctamente, este es una de las cosas que hace a este sitio único: todas las cosas que venden en la tienda son hechas por el restaurante. La pasta es fresca y hecha a mano, al igual que las salsas, y los panes. Todo es hecho a mano.
Tienen otra ubicación más al norte de Bogotá, pero a esa si no he ido…
Adentro, el lugar se encuentra decorado con cuadros de películas de Fellini y Sergio Leone, estatuas famosas como las de las de la Fontana di Trevi, e imágenes de comida italiana.
¿Qué comí?
Al pedir se puede seleccionar de 5 distintas opciones de pasta: Spaghetti, Fettuccine, Penne, Ravioli, o Tortellini. Luego alguna de estas opciones se puede combinar con alguna de las salsas que vende el restaurante.
Pedí un spaghetti teléfono con un refresco italiano. Las sodas llegaron primero, con pan de acompañamiento:
El pan llegó caliente, probablemente recalentado en horno. Estaba rico, aunque seguramente no era tan fresco. Tal vez haya sido recalentado más de una vez, ya que se endureció bastante cuando se enfrió. De todas formas de sabor estuvo bastante bien.
La soda está hecha con una mezcla de té de flor de Jamaica, toronja, y agua con gas. Con muy poca o nada de azúcar. Tenía un excelente sabor. La dulzura y acidez de la toronja, combinada con el distintivo sabor de la flor de jamaica resultan en una bebida muy buena.
Mi spaghetti llegó unos 15 minutos después:
La salsa teléfono está hecha con tomates, queso mozzarella y albahaca. La pasta se encontraba casi sumergida en una sopa de tomate. Es importante tener cuidado al comer para no ensuciarse.
Sabía a tomate. La albahaca estaba presente, pero no mucho. Igual el queso mozzarella, presente pero no muy dominante. Los tomates comandaban por completo el sabor de este plato, por lo que si no tienen problemas con la acidez y el sabor a pasta de tomate (no salsa de tomate), este plato puede ser una buena alternativa.
El tamaño de la porción fue un poco grande para mí, por lo que tuve que hacer un esfuerzo para terminar. No me gusta dejar uno o dos bocados de comida.
Mi acompañante pidió un fettuccine sergio, que tenía una salsa blanca con tocineta, champiñones, y jamón.
No lo probé, pero según mi acompañante estaba bueno. Un poco grasoso, pero con buen sabor. No pudo terminar el plato, ya que la porción es un poco grande.
¿Entonces?
La pasta estuvo rica, ya que siempre es fresca. Puedo sentir la textura de la hechura a mano, lo que es importante para mí. Las salsas son buenas también, no tiene mucha sal, lo que las hace un poco sosas, pero siempre se le puede adicionar sal a un plato.
Las porciones son generosas, por lo que si quedar lleno es importante, este sitio es una buena opción para comer.
Disfruté mucho de la soda. Tenía un sabor diferente y refrescante.
Me gusta este sitio, aunque no es tan bueno como lo recordaba.