Quiero escribir algo usando mi muy limitada experiencia con planes turísticos (he contratado exactamente un plan turístico en mi vida), y comentar sobre lo que me pasó, y tal vez ayudar a alguien más para que no cometa los mismos errores que cometí como un novato .

Aprender de los errores de otros se supone que es inteligente, supongo.

Mi experiencia

Primero quiero escribir (quejarme) sobre lo que me ha pasado.

Las leyes del país en el que vivo y trabajo me forzaron a tomar vacaciones sin mucho aviso. Aquí se nos otorgan 15 días hábiles de vacaciones pagadas por año. Se pueden acumular hasta 30 días, punto en el cual ya no se pueden acumular más vacaciones. Yo tenía 29 días, por lo que me ví en la necesidad de salir, con la restricción que debía ser este año.

Debido al corto tiempo que tenía para planear algo, decidí contratar un plan turístico que nos llevaría por europa en un circuito. Ya tenía la idea de ir a europa por primera vez, pero debido a estar ocupado, procrastinación, o simple olvido, nunca hice un plan de viaje. Un plan pre-hecho me pareció lo mejor. No tenía que hacer nada, solamente pagar y listo.

El plan que terminé seleccionando incluía visitas a España, Francia, e Italia. Empezando desde Madrid, yendo a Barcelona pasando por Zaragoza. Luego, se embarcaba en un barco crucero a través del Mar Mediterráneo hacia Italia. Desde el puerto de Civitavecchia, iba a Roma, luego Florencia, y Venecia. De ahí, iba a París a través de la pequeña ciudad de Anemasse, con una visita a Ginebra. Finalmente, se regresa a Madrid pasando por los pueblos de Lourdes y San Sebastían.

El plan incluía tiquetes aéreos, hoteles, transporte, un guía local, y seguros durante el viaje. No incluía actividades locales, pero sí tenían varias actividades opcionales en cada una de las ciudades que se visitarían. Por ejemplo: se podía adquirir la visita al Vaticano en Roma, una visita a pie de las fuentes en Roma, o ver las luces de París en la noche desde el río Sena.

Sería operado por una agencia local, y todo por el bajo, bajo precio de ~3.500 dólares estadounidenses un més de antes de la fecha de inicio. Se ve muy bien, ¿cierto?

Lo malo

Pues, no todo estuvo muy bien. ¿Ven esos largos tramos entre ciudades? Debían ser hechos por carretera, en bus. ¿Quieren adivinar cuanto toma viajar 650 kilómetros en bus?

Venice a Anemasse

Ay mi espalda

7 horas sin paradas, lo que quiere decir que son más como 10 horas con una parada para almorzar, y las paradas obligatorias cada dos horas y media para ir al baño. De Anemasse a París fueron casi 8 horas. Los peores tramos fueron desde París a Lourdes, que tomó casi 14 horas, y Lourdes a Madrid, que tomó otras 12 horas.

Haciendo cuentas, significa que se pierden cuatro días en el bus. Si se supone que el plan debe tomar 14 días, cuatro días de tránsito equivalen a algo como 30% del tiempo total del viaje perdido. Y por supuesto, para completar estos trayectos fue necesario salir cada día antes de las 8:00 AM, algunos días salimos incluso antes de las 7:00 AM. Las paradas de descanso no tenían la mejor comida del mundo, aunque tampoco fue mala. Al final llamaba al bus el “bus vampiro”, ya que me estaba drenando de energía, me estaba poniendo molesto / triste, y con mi tos persistente y piernas largas no pude dormir, lo que me dejaba más cansado.

Este fue mi primer error: no revisar antes cuanto tiempo tomaba el tránsito entre sitios. Fue mi peor error, probablemente, ya que esto se desencadenó en menos tiempo en los sitios visitados. Lo que significó menos tiempo libre para apreciar los puntos de interés en cada ciudad. Lo que también significó hacer las actividades locales “a la carrera” porque el itinerario estaba bastante apretado. Hacer las actividades locales de forma apresurada significó estar todo el tiempo pendiente del guía, no viendo las “atracciones”, porque si se perdía de vista del guía en los sitios (que estaban bastante llenos), nos metíamos en problemas. Esto también implicó hacer paradas muy breves en cada punto de interés: 15 minutos en el Colíseo, 10 minutos en el Arco del Triunfo, 15 minutos en la Fontana de Trevi, y así sucesivamente. Realmente no se pudieron apreciar mucho los sitios que visitamos durante el día (más sobre esto más adelante).

El apretado itinerario y las distancias largas, necesitaban que paráramos en sitios inconsecuentes para una visita a europa. No quiero decir que los sitios no sean importantes o feos, sino que se pudo evitar parar en esos sitios, o haber parado por más tiempo. Lo que quiero decir es, por ejemplo: En Zaragoza paramos para almorzar nada más, por lo que solamente se pudo hacer una visita muy rápida a la Básilica de Nuestra Señora del Pilar y al barrio antiguo. Zaragoza es un lugar muy bonito, con muchos parques y museos. Haber parado por un día completo hubiera sido más gratificante. Lo mismo pasó en Lourdes: llegamos al pueblo a eso de las 10:00 PM, por lo que el santuario ya estaba cerrado. La mañana siguiente salimos a las 6:30 AM. Al menos en Zaragoza logré tomar algunas fotos:

Zaragoza

Zaragoza

Mi segundo error fue no revisar si el operador del “crucero” de Barcelona a Italia era bueno. No lo fue. Las habitaciones estaban sucias, las camas estaban duras y pequeñas, las sábanas eran delgadas, y la tripulación fue grosera. Realmente me cuesta llamar eso un crucero, era más bien un ferry con bar y algunas cafeterías temáticas.

Mi tercer error fue no mirar cuanto tiempo tomaba un barco en atravesar el Mediterráneo desde Barcelona hacia Italia. Estaba seguro que europa era pequeña, pero subestimé el tamaño del continente. Tomó casi 24 horas, otro día perdido. En su mayoría, fue mala la experiencia (más sobre esto más adelante también). Lo cuento como tiempo perdido, porque si la experiencia hubíese sido mejor creo que lo hubiera disfrutado.

Mi cuarto error fue no haber revisado cuanto podrían costar las actividades opcionales si fuesen adquiridas por fuera de la agencia. Si las hubiera comprado directamente me habría ahorrado algo así como la mitad de lo que pagué. Esto si que me dejó un mal sabor. Me pareció como si la agencia se aprovechara de la ingenuidad de nosotros, los turistas.

Y, finalmente, mi quinto error fue no haber revisado las calificaciones de los hoteles en los que nos íbamos a quedar. La mayoría no fueron buenos. Todos, excepto uno, estaban alejados de los puntos de interés (usualmente a más de una hora de las ciudades), algunos de ellos tenían camas o almohadas incómodas, la mayoría tenían desayunos mediocres, y uno especialmente fue tan malo que me sentí físicamente incómodo de dormir ahí: Los pisos y paredes de la habitación estaban sucios, había un olor persistente a cigarrillo, insectos en la cama (no pulgas, afortunadamente), y las toallas tenían mal olor.

También me enfermé durante el viaje. Me dio una gripa bastante fuerte (no COVID, me hice la prueba), por lo que estaba tosiendo bastante durante la segunda mitad del paseo. Creo que me la pegó el guía que nos acompañaba, quién llegó tarde el primer día debido a su propia gripa. Más o menos la mitad de las personas del tour se enfermaron, pero a mí fue al que más fuerte le dio. La pasé con pastillas para la gripe y la garganta italianas. Funcionaron bastante bien, siendo sinceros.

Pero no todo fue malo, al contrario, lo demás fue excelente.

Lo bueno

En primer lugar, el precio fue imbatible, especialmente cuando la reserva la hice con un més de anticipación. Los tiquetes aéreos y los hoteles se pusieron mucho más costosos después de la plaga, por lo que por el precio, no estuvo tan mal. A fin de cuentas era un plan barato.

En segundo lugar, las personas que conocí hicieron del viaje algo muy placentero. En el segundo o tercer día del itinerario tuvimos un almuerzo de paella de mariscos con todas las personas del tour. Al estar solo me tocó sentarme en alguno de los sitios que estuviera libre, por lo que me senté junto a un grupo de mexicanos. Desde este punto empezamos a hacer todo juntos, desde salir a comer por las noches, a aventuras nocturnas en Barcelona, Roma y París, hasta hacer una fiesta en el “crucero”.

Nuestra primera “aventura” comenzó justo después del almuerzo en Barcelona. Fuimos a caminar por el barrio gótico, dónde seguimos a una de las personas de nuestro grupo con compulsión a comprar todos los souvenirs que veía. De ahí fuimos a visitar todos los sitios interesantes, catedrales, y plazas. Al final de la tarde cenamos juntos y compramos cosas para el “crucero”.

Llegamos al puerto al rededor de las 9:00 PM, abordando media hora después. Tuvimos una mini aventura buscando nuestras habitaciones, y luego de ver la falta de ventanas, decidimos salir al bar en la cubierta a esperar para ver como zarpaba el barco. El plan era tranquilo: tomarnos una botella de vino, esperar a que el barco saliera, e ir a dormir. No paramos con la primera botella. Pasamos a tomar “gin and tonics”, cerveza, y vodka con jugo de fruta. Luego hicimos que la tripulación abriera la “discoteca” del barco. Esto no fue tan sencillo, ya que, si recuerdan, la tripulación no era muy amable. Con las mujeres del grupo haciendo ojitos de cordero degollado, y con la ayuda de otro grupo de europeos logramos convencerlos. La “fiesta” no duró mucho, porque la tripulación nos hizo parar a eso de las 2:00 de la madrugada. Terminamos en una de las cafeterías escuchando música con un celular y tomando lo último del alcohol que logramos comprar antes que nos sacaran de la “discoteca”. Terminamos hablando hasta las 5:00 de la mañana.

A eso de las 9:00 de la mañana los parlantes del barco anunciaron que el desayuno estaba disponible, y nuevamente a las 9:30. Este segundo llamado ya me despertó completamente, ya que soy una persona con sueño ligero. Esto me molestó en gran manera. Pienso que la tripulación lo hizo a propósito, Me bañé en el pequeño baño, me comí lo que había comprado el día anterior como desayuno, y salí. Pasando por una de las cafeterías vi a una de las parejas que estaban con nosotros la noche anterior. El resto del día estuvimos hablando más sobre nosotros y terminamos tomándonos unas fotos durante el atardecer. Salieron bastante bien:

Barco al atardecer

Saludos a Oscar, Laura, Pepe, Erika, Alex, Saúl, Toño, y Elena

Uno de los mejores, y más cansados, días de mi vida empezó justo después de haber bajado del barco. Luego de llegar al hotel, al rededor de las 10:00 de la noche salimos a un McDonald’s a comer algo, y arrancamos nuestra segunda “aventura”. Alquilamos un Uber que nos llevara al centro histórico de Roma. Llegamos como a las 11:30 a la Fontana di Trevi, y fuimos recibidos por un sitio completamente vacío:

Fontana di Trevi

Si alguna vez han visto este sitio durante el día, saben lo lleno que es. Pudimos tomarnos todas las fotos y videos que quisimos. Incluso hice una videollamada para mostrarle a alguien la fuente en todo su esplendor. De ahí caminamos a todas las demás fuentes, obeliscos, y edificios históricos del área. Fue increíblemente gratificante.

Pasos en Roma

Pasos en Roma

El día siguiente, salimos a hacer el city tour, dónde caminamos por los mismos lugares que visitamos durante la noche, excluyendo el Vaticano. Estaba tan lleno de gente, que nos tomó una hora y media caminar de un lado al otro del barrio histórico lo que la noche anterior nos tomó media hora. Debido a eso, decidimos en grupo tratar de saltarnos la mayor cantidad de tours durante el día. Esto logró que tuviéramos un día completo en París y en Madrid en el que podíamos hacer lo que quisiéramos, y eso fue lo que hicimos. Fuimos de compras en París, vimos el encendido de las luces de la Torre Eiffel, caminamos por el borde del río Sena, visitamos el palacio de Versalles y al Louvre (no entré, ese queda para después), comimos crepes parisinos. Fue excelente.

Lo mismo en Madrid, fuimos de compras en Black Friday, visitamos los mercados navideños, el palacio real de Madrid, tomamos vino caliente (estaba haciendo bastante frío, algo como 3 °C), y comimos tapas.

Creo que lo mejor de un plan turístico es la gente que se conoce. Como toca estar en grupo durante todo el viaje, uno se ve forzado a interactuar con las mismas personas durante un periodo extendido de tiempo. Inevitablemente, tienden a formarse subgrupos. Incluso escuché que en otro de los grupos que se formaron durante el viaje hubo que personas que literalmente se orinaron de la risa durante su salida nocturna en Madrid.

Lo feo

En realidad no hubo mucha fealdad, ¿tal vez solamente el catarro que me dio?. Las partes feas se encuentran más en lo malo que experimenté, por lo que no quiero incluirlos en esta sección. Además, solamente quería completar los títulos.

El fin

A fin de cuentas, estuvo bien. Tal vez hubo más cosas malas que buenas, pero estoy seguro de que esta es una de esas experiencias que voy a apreciar en el futuro. No solamente porque por fin fuí a europa y taché varios de los items en mi “lista de clichés”, sino por las personas que conocí allí. He escuchado a algunas personas decir que el mundo no es tanto sobre lo que conoces, sino a quién conoces, y en mi limitada experiencia personal, es cierto hasta un punto.

Para mí, la vida es sobre las cosas “buenas” y “malas” que pasan. El propósito es vivir, experimentar todo lo que este mundo tiene para ofrecer: de reír tanto que ya no salga más risa, de llorar feo cuando algo desgarrador pasa, de irritarse por cosas sin consecuencia, de tener miedo de pedir perdón por algo que se ha hecho. Quiero experimentarlo todo, vivir una vida digna de ser llamada vida. Esta experiencia de un plan turístico (barato) es otra de esas experiencias para mí. Y aunque este párrafo suene sumamente pretencioso, pero esto es lo que siento y pienso en este momento.

Espero que les haya gustado esta historia (queja terminada).

Mi consejo

Para referencia futura, las cosas que pienso debe uno revisar para disfrutar más un plan turístico (barato), en ningún orden en particular, son las siguientes:

  • Revisar la ruta (itinerario) primero, particularmente el tiempo que toma el tránsito entre los puntos de interés. Entre más tiempo se pase en un bus, menos tiempo se tiene para visitar otros sitios.
  • Confirmar con la agencia el tipo de vehículo usado para los transportes internos. ¿Es en bus?, ¿En una van?, ¿en carro? Es importante saberlo, ya que en países o ciudades con calles angostas, entre más grande sea el vehículo, más tiempo toma el tránsito.
  • Revisar las reseñas de los hoteles listados. Saber si los desayunos son buenos, si el personal es amable, si las camas y almohadas son cómodas, etc. hace que mi viaje sea más agradable. No tener que preocuparse si los sitios de descanso son buenos o no, quita una carga más de viajar.
  • Si el plan turístico tiene muchas actividades opcionales, es mejor no comprar ninguno y disfrutar del tiempo libre, o si es importante comprarlos, revisar los precios en sitios como TripAdvisor o Expedia, dónde usualmente se consiguen mejores actividades por un precio mejor.
  • Revisar las reseñas de la agencia operadora en internet, o preguntar a algún conocido que comente su experiencia con la agencia. Tal vez se pueda evitar tener una mala experiencia conociendo la experiencia de otros.
  • Si viajas solo, como yo, un plan turístico puede llegar a ser un poco estresante. Seguir el plan hecho por otros, o visitar sitios en los que uno no tiene mayor interés, puede generar un malestar. Pienso que es algo importante para tener en cuenta.
  • Si el plan es un crucero, o incluye un crucero, por el amor a Superman, revisar antes las reseñas de la empresa que opera el crucero. También es importante no olvidar revisar las atracciones que el barco tenga, de ser posible. Ya que, dependiendo de la longitud del crucero dichas atracciones se vuelven mucho más importantes. Estar encerrado en un barco sin mucho que hacer es equivalente a tortura.

¿Compraría otro plan turístico en el futuro? Tal vez. Solamente sé que si lo hago, probablemente tenga que ser tour más “premium” (más costoso), que ofrezca un itinerario más refinado, con mejores hoteles, y en general mejores cosas.

Y creo que eso es todo. Esto es lo que he aprendido que debo hacer o evitar cuando se reserva un plan turístico.